lunes, 23 de noviembre de 2009

“Pequeños artistas. Un museo a viva voz en la escuela”- Secuencia didáctica

Secuencia didáctica
“Pequeños artistas. Un museo a viva voz en la escuela”




Elaborada e implementada por: 
Ruth Albarracín - Colegio Agustín Fernández (Sede B)
Marleny Hernández - IED Colegio Nueva Esperanza
Diana Marcela Urrea - I.E.D. Friedrich Naumann
Danny Paola Villamil Villamil - Colegio Distrital Ofelia Uribe de Acosta

"Una escuela donde los niños no hablan"

La escuela muchas veces relaciona ó ve los procesos de formación de lectores y escritores como un problema, y más cuando hablamos del acompañamiento en los primeros grados, pues, el hecho de orientar tales procesos se ve limitado a otorgar responsabilidad al área humanidades y lengua castellana, obviando los demás campos del conocimiento. Esta problemática se acentúa aún más cuando hablamos del desarrollo de la oralidad. Un proceso del lenguaje inexplorado en la escuela, muchas veces castigado en la misma. En el aula no se abren espacios intencionados para hablar, cuando se habla se hace de manera espontánea, sin la mediación del maestro. Teniendo en cuenta lo anterior, es una necesidad imperante que en el aula se generen situaciones para hablar sobre algo y para algo, construyendo como lo afirma Pérez (2008) las bases para la construcción de la propia identidad.

Si concebimos los individuos como sujetos integrales y que se desarrollan en todas las dimensiones de acuerdo a las experiencias de vida en relación propia y con los demás, consideramos que la oralidad no puede dejarse de lado en la escuela, y no puede ser vista como un proceso natural, que no requiere de una intervención sistemática para ser desarrollada. Consideramos que la escuela puede y debe trabajar la oralidad en los niños desde el inicio de la escolaridad y mantenerla como un eje de trabajo permanente, teniendo en cuenta los aspectos comprensivos, comunicativos y pragmáticos de la misma, además recuperando su función social y cultural.

Por tal motivo, esta secuencia didáctica se ocupará del desarrollo de la oralidad en el primer ciclo. Es nuestro interés generar una dinámica de trabajo en la cual se permita a los estudiantes hablar y producir un discurso acerca de un tema particular, en este caso, hablar sobre arte, tomando como base el “libro álbum”.

Claro está, sin dejar de lado la importancia del proceso escritor , ya que las actividades planteadas permiten evidenciar una integralidad, tomando como punto de partida su participación oral y como esta puede ser utilizada en muchos campos del pensamiento que estimulan e incentivan adecuadamente el acercamiento con el sistema alfabético convencional.

Descripción general de la propuesta

“Pequeños artistas. Un museo a viva voz en la escuela” es una secuencia didáctica, que tiene por eje de trabajo, el desarrollo de la oralidad. Se desarrollará en los grados: jardín (niños de 4 a 5 años), transición (niños de 5 a 6 años) y primero (niños de 6 a 7 años), y segundo (niños de 7 a 9 años) de instituciones educativas públicas de las localidades de Usme y Usaquén, de la ciudad de Bogotá.

Se pretende desarrollar la oralidad, partiendo de la lectura y análisis del libro álbum “Las pinturas de Willy”, del escritor Anthony Browne. Desde este texto se busca comenzar a abordar el tema del arte y algunas de las características de las obras artísticas (colores, imágenes, contrastes, similitudes con otras), dando así a los niños un tema sobre el cual conversar, tratando al final de que cada uno pueda realizar una intervención oral coherente, sobre una producción propia (un cuadro o escultura), en el marco de la socialización de la “galería artística”, a los miembros de la comunidad educativa. Es decir, que se busca que cada niño se apropie de un discurso (en este caso la presentación de su obra), producido por él mismo y en el cual se hagan presentes elementos de conexión, coherencia, pertinencia y seguridad. Cabe aclarar, que aunque el foco de interés se encuentra en la oralidad, a medida que se desarrollan las diferentes actividades, se abrirán espacios para la escritura, pero estas escrituras apoyarán y estarán al servicio de la consecución del objetivo final, la intervención oral.

Propósito comunicativo

Descubrirse artista y exponer ante la comunidad educativa una obra de arte producida por cada niño, en el marco de la galería artística “Un museo a viva voz”.

Propósitos didácticos
 Describir de forma oral las imágenes del libro álbum “Las pinturas de Willy”, atendiendo a características tales como forma, color, técnicas utilizadas, similitud con otras obras.
• Entablar pequeñas conversaciones con compañeros y maestra en torno a las imágenes analizadas.
• Expresar opiniones cortas sobre las imágenes analizadas.
• Generar hipótesis acerca de las imágenes presentadas, a partir de la escucha y la comparación de las pinturas de libro álbum de Willy y las obras originales.
• Realizar una presentación de corte expositivo de la obra producida (cuadro o escultura) ante la comunidad educativa.
• Utilizar en las intervenciones lenguaje propio relacionado con el tema artístico.
• Incorporar letras convencionales en la escritura de guiones, partiendo de la contrastación de indicios y la confrontación de hipótesis.

Resultados esperados

Al finalizar la secuencia didáctica se espera que los niños:

• Desarrollen la capacidad de observación, discriminación y comparación.
• Establezcan relaciones entre la imagen y la posible interpretación de la misma. Ejemplo: “es un autorretrato porque es un dibujo de sí mismo”.
• Entablen conversaciones en torno al tema del arte, centrando su atención en elementos propios como el color, la forma, la técnica.
• Presenten con seguridad y usando los términos pertinentes sus obras de arte.

Marco teórico: construyendo las bases para hablar con sentido

El lenguaje no es sólo un elemento de trabajo escolar, su desarrollo es una condición para la participación de los sujetos en la vida social de su comunidad, lo cual le permite ser un ciudadano activo. Teniendo esto en cuenta, en primera instancia se debe tener en cuenta la importancia del papel del lenguaje oral, ya que posibilita la construcción de la identidad del sujeto y su sentido de pertenencia a un colectivo social, importante ejercicio que ha sido olvidado en la escuela.

El desarrollo del lenguaje oral no pude considerarse como innato y por lo tanto dejar su formación de lado, la escuela debe generar situaciones sistemáticas e intencionales que ayuden a su construcción, donde se generen reglas y pautas que formen en los sujetos cierta “ética de la comunicación”, que no sólo aplicarán en la escuela, sino en su vida social cotidiana, por lo tanto es una tarea que desborda la escuela adquiriendo una dimensión política y social.

Como lo afirma Pérez (2008) “el lenguaje oral requiere de espacios claramente definidos en la estructura de tiempos de la escuela. A la vez, se necesita definir criterios que orienten la conversación entre docente y estudiantes y entre estudiantes, en las prácticas cotidianas de conversación, exposición, argumentación. Al fin y al cabo, la enseñanza puede verse como una conversación que quiere ser amena, que se va volviendo cada vez más elaborada, más compleja, más documentada, y en la cual todos los sujetos implicados tienen el derecho y la obligación de contar con una voz para hacerse entender, para reconocer al otro, para responsabilizarse, para tomar posición, en fin para construir un lugar en el mundo, ese micromundo del aula, que para estas primeras edades es el espacio de ingreso a la vida social”. Como se puede observar, el trabajo sobre la oralidad requiere de la concentración de esfuerzos por parte del docente y una seria planeación didáctica.

La exposición: hablar para presentar

Cuando se expone se tiene por objetivo dar a conocer algo, presentar cierto tipo de información, en este caso particular, se expone para presentar una obra producida.

Para realizar una exposición oral[1], se deben tener en cuenta los siguientes elementos:

1. Presentación: breve ubicación al público sobre el tema a tratar y la persona que habla.
2. Cuerpo de la exposición: presentación del tema a tratar. En este caso, descripción de la obra realizada, técnica utilizada, explicación de qué es y qué representa.
3. Cierre: busca concluir la presentación realizada. Se espera la recapitulación de lo expuesto y la afirmación de un punto fuerte de la presentación.

Lo anterior, nos sitúa en nuestro marco de acción acerca de la oralidad, sin embargo, para hablar y en este caso exponer, se necesita poseer cierto conocimiento acerca del tema objeto de discusión. Para el desarrollo de esta secuencia, el tema a tratar es el arte, por esto se parte de del análisis del libro álbum “Las pinturas de Willy” de Anthony Browne, pero ¿Porqué un libro álbum?

El libro álbum como herramienta didáctica

Al elegir un libro álbum como herramienta de nuestra propuesta didáctica, pretendemos servirnos de las bondades que emergen de tener la posibilidad de interactuar paralelamente con dos códigos comunicativos: la imagen y el texto.

El libro álbum se presenta como un género de la literatura infantil y juvenil que implica una nueva forma de lectura que va más allá del texto verbal, el dibujo se convierte en un cómplice del texto y el texto se sirve del dibujo para escenificar su esencia. Este tipo de literatura involucra también la conexión con otros tipos de lenguaje vinculados a la imagen como el arte, las plásticas, el cine, la fotografía, etc, lo cual se presta para tener tema de conversación

Tomando en cuenta lo anterior abordaremos en primer lugar algunos referentes con relación a las implicaciones pedagógicas que surgen con el uso de la imagen y en segundo lugar con una reflexión sobre el aula textualizada como ambiente de aprendizaje y desarrollo de nuestra propuesta didáctica.

La imagen

Las imágenes poseen significado, en ese sentido la imagen no solamente ilustra o acompaña otros mensajes sino que posee significado propio. Leer imágenes no es reducirla a su valor figurativo. La imagen es un código por lo tanto es distinto a la lectura alfabética y no necesita de ésta para ser comprendida. La lectura de la imagen no se reduce al significado literal sino que por encima de otros códigos soporta ambigüedad y pluralidad de sentidos, dicha pluralidad se presta para generar espacios en los cuales esas diversas interpretaciones puedan ser compartidas. Cualquier lectura de imágenes puede implicar diversidad de percepciones y significados sin excluir las que enfática y claramente nos establecen normas, señales o códigos visuales. La interpretación de la imagen debe partir de la experiencia que se tiene con ella. La imagen se lee, se escribe y se comenta.

En lo pedagógico se puede aprender con o desde la imagen. Usar pinturas o fotografías permite explicar procesos, fenómenos o momentos históricos, sentimientos. La imagen permite abstraer, constituye un objeto de análisis frente a los referentes culturales. “El aprendizaje de la imagen debe integrar desde los procesos de integración como los de producción y apropiación. El dominio de la imagen debe implicar la adquisición de diversos sistemas para su producción, tanto desde los artefactos técnicos como desde el uso concreto de mecanismos y estilos para representar la imagen y usarla. Junto con esto se debe propiciar el desarrollo de una habilidad para la lectura crítica de imágenes, para su reflexión y para la producción de textos críticos, ya sean orales o escritos, desde la imagen misma.” [2]

Aula textualizada

El aula textualizada invita a dotar de sentido los ambientes o espacios que cotidianamente se comparten entre alumnos y maestros, convirtiéndose en un apoyo constante en el que unos y otros organizan y van transformando de acuerdo al proceso que se desarrolla pedagógicamente.

Es importante que los niños discutan y definan en donde se ubicaran los diversos ambientes y lo que allí se mantendrá. Acordar entre todos tiempos, formas y estrategias para mantener el aula textualizada, permite que desde el trabajo cooperativo ellos sean los protagonistas de la organización del aula en función del lenguaje y de una interrelación entre los diferentes lenguajes plásticos y visuales desde la imagen.

Con la puesta en marcha de esta propuesta didáctica sin olvidar los referentes aquí planteados pretendemos contribuir a la transformación de prácticas pedagógicas que invisibilizan a los niños y niñas y los convierten en receptores y reproductores de información y no como productores de lenguajes con sentidos.

Desarrollando la secuencia didáctica: la planeación de las sesiones

A continuación se presenta la planeación de las sesiones de trabajo de la secuencia “Pequeños artistas: un museo a viva voz en la escuela”.

[1] Estos criterios los establece el grupo y son los puntos a trabajar y evaluar con los niños.

[2] Colegios públicos de excelencia, comunicación, arte y expresión.